lunes, 4 de noviembre de 2013

Y LLEGARON LAS CON-CESIONES

En los últimos tiempos estamos muy acostumbrados a ver titulares como estos:  


Hay un estudio sobre las concesiones en carreteras realizado por los compañeros A. Alvar Alcaraz Alonso, Javier Alonso Vázquez, Ignacio Carnicero Gutiérrez y Álvaro González Rodríguez denominado:Concesiones en Dificultades en España y la Empresa Nacional de Autopistas.  Un Análisis del Resultado Real”, donde se presenta un excepcional estudio, con el que se puede profundizar en el tema de las concesiones de las autopistas y ver la situación económica real de las mismas.

Lejos de entrar en un análisis numérico y ver la realidad económica de las concesiones (para todo al que le guste un buen estudio matemático que se remita al estudio indicado donde se realiza un análisis económico de todas y cada una de las concesiones), me gustaría realizar una reflexión que nos ayude a entender la complicada situación que se ha planteado con las quiebras de las radiales y descubrir cuál puede ser el futuro que se nos aproxima, nos guste o no.

Aunque no soy un experto en materia de concesiones administrativas, por no decir que no tengo ni idea sobre el tema, existen algunas cuestiones que a todos nos pueden resultar, al menos, extrañas, tales como:
  • Hay concesiones que se otorgaron para 65 años y ya están pronosticando un fracaso con apenas 10 años de vida. ¿Tan mal se estudiaron los concursos y/o la proyección a futuro es tan negativa que ya se sabe del fracaso de la inversión? ¿O estamos intentando tapar los agujeros actuales y preparar el terreno para que la inversión sea excelente?
  • ¿Siempre han tenido pérdidas las concesiones? ¿Se han repartido los beneficios con el Estado en los años buenos?
  • Todas las concesiones tenían una etapa de construcción de las obras a explotar. Como todas las concesionarias tienen su negocio de empresas constructoras, pues ya tenían un contrato de ejecución de obras ganado y pagado entre empresas del grupo y que ahora nos va a repercutir en los números rojos que nos están mostrando.
  • El estado de conservación de las mismas deja mucho que desear. Por mi experiencia en la R-4, el estado de degradación del firme y la existencia de áridos sueltos hacen que, para su edad, esta obra sea un despropósito. Y ahora pasamos el coste de la conservación a la nueva empresa pero, que obras recientes se vean tan desgastadas cuando cada vez tienen menos uso, ¿es un tema de conservación?, ¿O es un fallo de construcción? Creo que deberían ser las concesionarias las que solucionaran los problemas antes de que nadie llegue para ayudarlas.
  • Todo negocio lleva implícito un nivel de riesgo, hay variables que no son controlables y en los estudios se realizan proyecciones a futuro en escenarios favorables y desfavorables. Que uno acierte o no entra dentro de las reglas de juego, y  si no, que inviertan en Letras del Tesoro. Parece mucho más fácil invertir sabiendo que siempre hay posibilidad de rescate.
Llegados a este punto podía hacer un poco de demagogia sobre el tema y hablar sobre los rescates que el ciudadano debería recibir para el pago de su hipoteca o de sus gastos del día a día. No creo que los temas sean comparables y creo que, si bien hay mucha gente en apuros que necesitaría la ayuda o la suavización de sus condiciones de pago, nos confundiríamos al llevarlo a ese terreno porque ocurriría como con el rescate de los bancos, donde nos paramos en protestar por nuestra situación y no nos centramos en las condiciones en las que se hacía el rescate. A la larga se ha comprobado que el dinero nunca entró en circulación y la ayuda al crédito nunca apareció.

Pues compañeros y amigos, nos guste o no, y llegados a la situación actual de las concesiones, la única solución es la de inyectar dinero. Y para el que no ande muy despierto, ¿de dónde saldrá ese dinero? Pues, ni más ni menos, que de nuestros bolsillos. Así que una vez que nos demos por enterados y asimilemos el tema, sería bueno que nos planteáramos algunos aspectos que deberían considerarse por parte del Gobierno antes de aportar ni un solo euro:
  • Las concesionarias están pidiendo una participación mayor en la empresa resultante (si no recuerdo mal en una de las noticias se hablaba de un 49%). Sería algo así como, déjenme dinero para pagarme un coche y yo ya me quedo con la mitad del mismo. La proporción la debe marcar el Gobierno y si no aceptan, pues que se queden sin nada, las nacionalizamos y hacemos uso público de las mismas.
  • Antes de nada las concesionarias deberían entregar las vías en perfecto estado, asumiendo ellas el coste de conservación y reparación de las mismas.
  • Estas empresas no deberían poder concursar en futuras concesiones, ya que no han sido solventes en las otorgadas; o en el futuro se repetirá la historia con los mismos protagonistas y distintos escenarios.
  • Los Gobiernos, tanto central como autonómicos, están sacando a concurso privatizaciones de servicios. Por favor, revisen el pliego y las condiciones de adjudicación bien, no vaya a ser que en unos años nos veamos obligados a realizar nuevos rescates y volvamos a tropezar con la misma piedra.

Como cierre del post me gustaría señalar que el rescate de las mismas va a ser necesario, pero que no sea a cualquier precio y sin condiciones, porque:


"Todo negocio tiene un riesgo y no siempre deben pagar los mismos"

7 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Mónica, hay veces que me encanta tu síntesis ;) (cuanto usamos esa palabra en mis tiempos por Málaga, jaja)

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    2. Que buenos recuerdos jejejeje

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  2. En todo este tema hay mucho de oscuro y poco de claro.

    Veamos, es defendible –no lo comparto, pero es defendible– que hay que rescatar un banco, por razones de interés general como evitar que el ahorrador pierda su dinero y que se genere desconfianza en el sistema (y, potencialmente, un pánico bancario). Ahora contadme, ¿cuál es el interés general de rescatar una vía de peaje? ¿Por qué motivo debería el estado, esencialmente, darle dinero público a un conjunto de concesionarias para que puedan seguir cobrando por un servicio que no es ni rentable ni eficiente?

    Porque, seamos realistas, la situación no se va a arreglar sola y esas vías van a seguir, durante muchos años, teniendo mucho menos tráfico del previsto (otro tema que me preocupa profundamente es cómo se hacen los estudios de demanda en este país, que siempre salen tráficos varias órdenes de magnitud por encima del real). Y puede que no sean rentables nunca, de modo que ese rescate no se va a devolver. Al final, estaríamos todos mejor dejando que esas empresas quebraran, como siempre han sido las reglas del juego del mercado libre.

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    1. Buenas Miquel, muchas gracias por pasarte por aquí y dejar tu comentario. Estoy contigo en tus apreciaciones, pero creo que el Estado debe entrar en las concesiones y, sobre todo, vigilar los pliegos en el futuro, porque esto empieza a ser un cachondeo.
      Por cierto, sobre los estudios...se hacen como muchas cosas en este país...
      un saludo y felicidades por tu blog

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  3. También se rescato en su día a Abertis porque no era negocio y luego se les sale el dinero por las orejas...

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